Cuando tenía 11 años Alejandro vislumbró en directo los milagros que realizaba el famoso mentalista Anthony Blake. Y fue en ese momento cuando decidió llevar su vida por el camino de las ilusiones y la magia:
las cartas bailaban, las pizarras hablaban por sí mismas. Si le echabas imaginación resultaba fácil desnudar una mente para poder leerla. Bajo la premisa filosófica de que el arte es una terapia a la vida gris, no resultó para nada extraño que hiciese su primera actuación profesional de magia de cerca a la edad de 13 años, cuando estrenó su primer espectáculo.
A lo largo de todos éstos años, ha tenido la suerte de crecer y de consolidarse como un gran ilusionista y uno de los magos de referencia en nuestro entorno.
Alejandro Revuelta, nunca, nunca decepciona. Al contrario, sus espectáculos para toda la familia son dignos de elogio por todo el mundo.

